Polonia se carga a Bosnia y se mete en cuartos de 'su' Eurobasket

Polonia aseguró su regreso a los cuartos de final del EuroBasket con una victoria trabajada por 80-72 sobre Bosnia y Herzegovina. Los semifinalistas de 2022 reaccionaron tras dos derrotas consecutivas en el cierre de la fase de grupos y lograron encadenar dos clasificaciones seguidas entre los ocho mejores, algo que no conseguían desde 1971.

El encuentro comenzó con un dominio claro de Bosnia y Herzegovina, que abrió una ventaja de 13-2 y mantuvo una renta de diez puntos (31-21). Polonia respondió acercándose hasta el 34-33, aunque los bosnios se fueron al descanso arriba 44-40. En la reanudación, la diferencia volvió a ampliarse a 55-47, pero los polacos firmaron un parcial de 10-1 para colocarse por delante por primera vez (57-56). Tras el 62-61 al final del tercer cuarto, Polonia encadenó un 11-2 que le dio aire (76-68) a cuatro minutos del final. La defensa se mantuvo firme y un tiro de Jordan Loyd con 56 segundos en el reloj aseguró la victoria.

Loyd fue la gran figura del partido con 26 puntos, incluidos tres triples, además de aportar rebotes, asistencias, un robo y un tapón. Tremendo su Eurobasket. El capitán Mateusz Ponitka sumó 19 puntos, 9 rebotes y 3 robos para completar una actuación sólida. En Bosnia y Herzegovina, Jusuf Nurkic anotó 20 puntos y John Roberson 19 antes de retirarse por lesión en los minutos finales. Con sus registros, Nurkic ascendió al top cinco de anotadores históricos de su selección en EuroBasket.

Las estadísticas reflejaron la intensidad polaca, con 16 rebotes ofensivos y una clara ventaja en puntos tras pérdidas (19-12). Además, los polacos fueron más efectivos desde la línea de tiros libres, con 24 aciertos en 29 intentos, frente al 11 de 20 de su rival.

Con este triunfo, el equipo de Igor Milicic sigue acercándose a la gesta de hace tres años, cuando alcanzó las semifinales por primera vez desde 1971. Su próximo desafío será Turquía en los cuartos de final. Bosnia y Herzegovina, por su parte, se despide con la satisfacción de haber superado la fase de grupos por primera vez desde 1993, aunque con la amargura de quedar fuera en Riga tras un solo partido de eliminación