No ha habido historia. Turquía tenía un equipo muy superior a Grecia más allá de Giannis Antetokounmpo y los otomanos han destrozado a la selección helena por 94-68 y se medirán a Alemania en una inédita final del Eurobasket 2025.
En 2017, Eslovenia conquistó el EuroBasket con un impecable 9-0, siendo el único equipo en lograrlo desde que se instauró el actual formato hace una década. Este domingo habrá otro campeón invicto, ya que Alemania y Turquía alcanzan la final con marca de 8-0.
Grecia recibió noticias mixtas en el primer cuarto. Logró mantener en cero a Alperen Sengun, pero ya estaba en desventaja de doble dígito, 26-16, gracias al arranque imparable de Ercan Osmani, autor de 14 puntos con cuatro triples en esos diez minutos. Con Sengun entrando en acción en el segundo cuarto, anotando y repartiendo asistencias, la diferencia se disparó hasta 45-25 antes del descanso. La historia no cambió en la segunda mitad: la brecha llegó a ser de 26 puntos en el tercer periodo, mientras los más de 10.000 aficionados presentes celebraban la exhibición turca.
El protagonista indiscutible fue Ercan Osmani. El ala-pívot de 27 años no solo frenó a Giannis Antetokounmpo en defensa, sino que brilló en ataque con una actuación de ensueño: 28 puntos, su mejor registro con la selección, con 6 de 8 en triples. Hasta ahora, su tope era de 17 puntos, conseguidos en noviembre de 2024 en las ventanas clasificatorias frente a Hungría. Su impacto fue total, y junto con Sengun formó una muralla que complicó cada intento de la estrella griega.
La estadística clave
La estadística clave fueron las 22 pérdidas de balón de Grecia, el número más alto en unas semifinales de EuroBasket en los últimos 30 años. La presión constante de Sehmus Hazer y Cedi Osman sobre los generadores helenos impidió conectar con Antetokounmpo, forzando errores desde el inicio. El plan de Ergin Ataman funcionó a la perfección: defensa colectiva sobre Giannis, ayudas interiores de Sengun y tiros exteriores castigando cada descuido.
Turquía vuelve a la final, cumpliendo la promesa del entrenador en agosto en Riga. Con Hedo Turkoglu siguiendo el partido desde la grada, la selección otomana no se conforma con una medalla. Después de la plata lograda en casa en 2001 y el subcampeonato mundial de 2010, el equipo está a un solo paso de conquistar el primer gran título de su historia. Grecia, por su parte, tendrá que conformarse con disputar el partido por el tercer puesto ante Finlandia.