Hay jugadores atípicos, talentos naturales que despuntan en momentos muy concretos y no son capaces de encontrar un nivel medio que respalde sus momentos de inspiración. Dennis Schröder es uno de ellos, erigiéndose en referente absoluto en baloncesto FIBA, pero no pudiendo brillar de la misma manera en NBA.
Un jugón absoluto. Solo así puede definirse a un Dennis Schröder, flamante MVP del Eurobasket 2025 después de poner de manifiesto, una vez más, su impresionante nivel en baloncesto FIBA. Maneja el tempo del encuentro, desborda con sus penetraciones y cambios de ritmo, es más eficaz desde el triple al estar la línea algo más cercana y, en definitiva, se siente poderoso. El base alemán es de esos jugadores letales en momentos cumbre, que se crece ante la adversidad y puede encadenar varios encuentros retroalimentándose de su confianza.
Sin embargo, muchos se preguntan cómo es posible que su rendimiento NBA esté tan lejano del que muestra con su selección. La superioridad física de sus defensores y el estilo de juego estadounidense merman su baloncesto, así como una continuidad exigida muy difícil de alcanzar por un talento natural como él. Tendrá una nueva oportunidad este año en Sacramento Kings para dar lustre a su carrera en la NBA, porque en baloncesto FIBA es difícil hacerlo mejor.
Prueba de ello es que se une a la selecta lista de jugadores que fueron MVP tanto en un Eurobasket como en un Mundial. En ella encontramos a leyendas auténticas como Belov, Dalipagic, Petrovic, Kukoc, Nowitzki y Gasol. En definitiva, un legado eterno el que está dejando con Alemania el bueno de Dennis Schröder, que suscitará gran atención mediática en el arranque de la nueva temporada, con su nueva aventura NBA con Sacramento Kings.