Una pérdida de Nikola Mirotic originó el robo de balón número 2.000 en la carrera de Chris Paul en la NBA. El base de los Houston Rockets se convertía así en el jugador número 12 de la historia de la NBA que alcanzaba esa cifra.
Además, Paul es junto Jason Kidd, Gary Payton y John Stockton el único que jugador que ha pasado en su carrera de las 8.000 asistencias y los 2.000 robos. Palabras mayores.
No extraña que Chris Paul haya llegado a la cifra mencionada, de hecho, ha sido hasta en cinco ocasiones el jugador que más robos ha completado en la NBA y en seis el que más robos por partido ha promediado.
Este año, lo primero que hizo cuando se enfundó la camiseta de los Rockets, fue robar un balón antes de asistir a James Harden.
Y es que, aunque Paul ya no sea uno de los líderes de los robos de balón de la liga (es el noveno en robos por partido y el 26 en el total), sigue llevando en la sangre esa agresividad defensiva que siempre le ha hecho recuperar muchos balones.
El base de los Rockets tiene el récord de partidos consecutivos consiguiendo al menos un robo con un total de 108 encuentros. Fue en 2008 cuando el entonces jugador de New Orleans superó una marca de Alvin Robertson que databa de 1986.
El próximo reto de Paul será meterse entre los 10 mejores de la historia en robos de balón. Su próximo objetivo es Mookie Blaylock, que acumula un total de 2,075. Como pasa con las asistencias, llegar al líder de todos los tiempos, John Stockton, es imposible. El mítico base de los Jazz se retiró con 3,085 robos en su carrera. Cifras de otra dimensión.