
La importancia de TJ Warren en las aspiraciones de éxito de Indiana Pacers es indiscutible y así se ha demostrado en la burbuja NBA de Orlando. Es uno de los jugadores más en forma de toda la liga y las alarmas saltaron al saberse que sufría una fascitis plantar que no le iba a dejar competir en el último partido de su equipo, ante Houston Rockets. Sin embargo, no parece revestir gravedad a tenor de la información recogida por SportsYahoo. "Lleva experimentando ciertas molestias en ese sentido durante toda la temporada y no le ha impedido jugar a gran nivel. Queríamos ser precavidos y que descansara", dijo el técnico Nate McMillan.