
Incluso en la derrota, Lebron James se destapa como el jugador legendario que es. Fue un partido muy negativo para Los Angeles Lakers, siempre a remolque y faltos de sensaciones, pero el Rey tiró del carro para llegar opciones hasta el final y terminó con un registro de 30 puntos, 11 asistencias y 10 rebotes. Estas estratosféricas cifras suponen el 26º triple-doble sumado en un partido de playoffs, alcanzando los 82 en toda su carrera. Mareante dato propio de uno de los mejores de la historia.