Análisis: Draymond Green y su influencia en Golden State Warriors, un jugador determinante para Steve Kerr

Golden State Warriors comenzó la temporada con la mala noticia de la lesión de Klay Thompson. Otro problema físico muy grave que le mantendría alejado de las canchas durante toda la temporada. Una pésima noticia que reducía enormemente las posibilidades de los de La Bahía de entrar en Playoffs, pero que aún así seguiría contando con grandes jugadores en su roster.

Sin ir más lejos Steve Kerr cuenta con una absoluta superestrella de la liga como es Stephen Curry, con varios jugadores secundarios que están aportando mucho como James Wiseman (número 2 del NBA Draft 2020), Mychal Mulder, Eric Paschall o Andrew Wiggins (a ratos). Pero sobre todo y más allá de esto, Golden State Warriors cuenta con Draymond Green.

Y sí, el ala-pívot de los Warriors no es un jugador que aporte 30 puntos todas las noches, pero sí un grandísimo jugador que potencia enormemente el rendimiento de su equipo y que colabora en todos estos factores.

El análisis

- La intensidad: en la faceta del juego que sea, Draymond Green aporta una intensidad brutal a su equipo. Todo lo que hace lo realiza a través de su energía, que parece inagotable y que se contagia al resto de sus compañeros. Los hace mejores sólo con su mera presencia sobre la cancha.

- La defensa: los Warriors estaban encajando demasiados puntos en sus derrotas, pero la recuperación del 4 de La Bahía mejora mucho ese apartado. Su dureza y sus constantes ayudas atrás hacen que los rivales anoten con menos facilidad. Otro bálsamo para Steve Kerr.

- Su completitud: Draymond Green ni siquiera está promediando 10 puntos por encuentro, pero ya empieza a rondar las 10 asistencias y rebotes en sus actuaciones, y eso vale mucho. No destaca en ningún apartado pero los domina todos.

- El líder del equipo: cuando está sobre la cancha es el líder dialéctico y moral del equipo. Dirige a sus compañeros, mueve el balón, ordena directrices al resto, es la extensión de Steve Kerr sobre el parqué y no permite un despiste en ninguno de los dos lados de la cancha.