
Hipotecar el futuro, desprenderse de dos jugadores importantes, arriesgar la relación interna con Luka Doncic y apostarlo todo por uno de los jugadores más inestables y negativos para un vestuario de toda la historia de la NBA. Así se puede resumir la apuesta realizada por Dallas Mavericks a la hora de fichar a Kyrie Irving. Confiando en que el talento indiscutible del base compensara todo eso, hicieron una jugada que se está destapando como desastrosa y que pone en riego el presente y futuro de la franquicia.
El balance deportivo es claramente negativo y parece evidente que la asociación Doncic y Irving no es tal, sino una suma de infinitos recursos técnicos que hacen la guerra por su cuenta y pueden obtener esporádicos triunfos en días de inspiración. Se ha perdido la concepción de equipo en los Mavs, que acusan de forma irremediable la marcha de un pilar defensivo como Dorian Finney-Smith y parecen desnortados cuando están las dos estrellas en la cancha.
Dallas Mavericks ha perdido 9 de los 15 partidos disputados por Irving
Por si esto fuera poco, el mal devenir competitivo puede asegurar la marcha de Kyrie Irving a final de temporada y hacer que Dallas Mavericks vea en peligro su presencia en playoffs. ¿Se imaginan que después de hacer este movimiento, Luka Doncic se queda sin postemporada? El equipo estaba en buena disposición para terminar entre los seis mejores del Oeste, pero ahora puede verse abocado de forma irremediable al play-in si no cambian mucho las cosas.