
En medio de la especulación constante en el mundo de la NBA sobre el futuro de los Minnesota Timberwolves, particularmente en lo que respecta a las estrellas Karl-Anthony Towns y Rudy Gobert, el joven escolta Anthony Edwards ha emitido un mensaje de apoyo a sus compañeros de equipo.
La cuestión de si los Timberwolves deberían considerar traspasar a Towns o Gobert fue planteada por un miembro de los medios de comunicación, y aunque inicialmente Edwards evadió la pregunta, finalmente la abordó con un mensaje claro y sincero. "Ninguno de los dos, tío. Me gustan todos mis compañeros. Los quiero. Son mis hermanos. No cambiaría a ninguno de ellos", expresó Edwards, subrayando la importancia de la unidad y la química en el vestuario.
La temporada pasada, los Timberwolves adquirieron a Rudy Gobert en un intercambio con los Utah Jazz, un movimiento que generó altas expectativas en la liga. Gobert, un tres veces All-Star y tres veces Jugador Defensivo del Año de la NBA, sin embargo, no alcanzó las expectativas en su primera temporada con Minnesota. Sus estadísticas en puntos, rebotes y tapones disminuyeron.
La esperanza de que Gobert y Towns formaran el dúo interior más dominante de la NBA se vio frustrada debido a las lesiones y al bajo rendimiento de ambos. Towns se vio limitado a solo 29 partidos debido a una lesión, y sus estadísticas personales también se vieron afectadas. Sin embargo, a pesar de las dificultades, Edwards emergió como una superestrella por derecho propio durante la temporada pasada.
Anthony Edwards, el líder
El número 1 del draft de 2020 promedió impresionantes 24.6 puntos, 5.8 rebotes, 4.4 asistencias y 1.6 robos por partido, lo que lo llevó a su primer All-Star. Su juego destacado fue fundamental para que los Timberwolves se clasificaran para los playoffs como cabeza de serie número 8, aunque eventualmente cayeron ante los Denver Nuggets, quienes se coronaron campeones de la NBA.
La calidad del juego de Edwards se ha mantenido en la Copa Mundial de la FIBA, donde lideró al equipo de Estados Unidos con un promedio de 18.9 puntos por partido y formó parte del equipo que terminó en el cuarto puesto.