
Tom Thibodeau fue despedido ayer por New York Knicks pese a que su equipo ha eliminado al campeón del año pasado, Boston Celtics, ha acabado tercero en la temporada regular en el Este y se ha metido en sus primeras Finales de Conferencia en 25 años.
Tom Thibodeau ha sido despedido después de que la estrella del equipo, Jalen Brunson, lo respaldara públicamente justo después de la eliminación ante Indiana Pacers.
Sí. Y lo cierto es que el despido, por más que injusto por el gran trabajo del técnico, es lógico. Los Knicks hicieron un esfuerzo bestial el verano pasado por construir un quinteto con el que poder ganar la NBA. Lo hicieron dando una barbaridad a cambio de Mikal Bridges y Karl-Anthony Towns y la cosa no ha salido mal, pero quizás no como se esperaba.
Leon Rose, el presidente del equipo, el que maneja la parcela deportiva, ha ido a por todas en las dos últimas campañas incorporando a los 2 jugadores citados más OG Anunoby. Antes lo hizo con Brunson. Eso, más el trabajo de Thibodeau, ha hecho que la franquicia pase de irrelevante a dar mucho juego en playoffs en los dos últimos años.
Pero también ha hecho que ahora mismo no haya margen de maniobra: si quieren el anillo van a tener que hacerlo con este quinteto, con estos jugadores. Y, lamentablemente, tienen un problema: con Jalen Brunson y Karl-Anthony Towns a la vez en cancha (cosa que ocurre durante muchos minutos cada partido), el equipo no funciona en defensa porque son dos jugadores muy deficientes en esa parcela. Y no se pueden permitir sentarlos demasiado, porque son los dos mejores jugadores ofensivos y el equipo se queda corto si ellos no juegan.
Estamos hablando lógicamente de altas instancias de playoffs. Sabemos que el equipo funciona en temporada regular. Sabemos que el equipo puede ganar a Detroit Pistons por talento aunque jueguen peor. Pero ahí es donde entra el problema de Thibodeau: que es un entrenador muy rígido, que te hace una cosa muy bien, pero que no es capaz de adaptarse a los jugadores que tiene. Eso hace que sea difícil pensar una versión diferente de estos Knicks el año que viene, por lo que lo normal es que acabaran cayendo también en semis o finales de Conferencia ante equipos más completos.
La única solución para Rose para buscar otra cosa y no enfrentarse otra vez con lo mismo no le garantiza el éxito, pero le garantiza intentarlo de la única forma diferente que podía: echando al entrenador que te ha devuelto a estar cerca de la gloria porque no puedes cambiar la plantilla.