Cuando una franquicia está sumida en la crisis más absoluta no es de extrañar que comiencen a suceder cosas que rozan el surrealismo. En New York pueden dar fe de ello. En el duelo de franquicias neoyorquinas de esta pasada madrugada se vivió una de las jugadas más curiosidades de la jornada cuando Cole Aldrich anotó un palmeo sobre su propia canasta al intentar capturar un rebote. El pívot de los Knicks no consiguió anotar en todo el partido ni un solo lanzamiento por lo que, quizás, optó por desquitarse en su propio aro. El encuentro se terminó decantando del lado de Brooklyn por un resultado de 88-92.