La G-League es una competición cada vez más atractiva y la inclusión del Ignite Team, el conjunto dirigido por Brian Shaw en el que algunas estrellas del futuro, como Jalen Green y Jonathan Kuminga, quieren preparar su asalto a la NBA cobrando la friolera de medio millón de dolares, es un acicate para que se tomen todas las medidas necesarias para asegurar su viabilidad esta temporada. No se descarta plantear ambiciosos protocolos sanitarios e incluso, jugar en burbujas, tal y como informa ESPN.