Kevin Love tuvo su mejor partido desde que es jugador de Cleveland Cavaliers en la paliza frente a Los Ángeles Lakers (120-105) el pasado domingo, así que, naturalmente, se le preguntó acerca de convertirse en jugador de los Lakers a lo que el pívot contestó que "es un Cavalier". Insistiendo, se le volvió a preguntar si había algún posible escenario donde se convirtiera en jugador de los Lakers, a lo que contestó con un rotundo "no".
Kevin Love was asked if he'd have interest in the Lakers: "I'm a Cleveland Cavalier." Any scenario where the Lakers would be an option: "No"
— Dave McMenamin (@mcten) febrero 8, 2015
Los jugadores no suelen abrir puertas sobre los posibles destinos en la agencia libre a mitad de temporada, sobre todo dspués de acabar de ganar un partido.
Mientras que la mayoría espera que el producto californiano (nacido en Santa Mónica y "criado" en UCLA) e hijo del otrora jugador de los Lakers, Stan Love, considerara al menos la posibilidad de vestirse de púrpura y oro este verano en caso de optar por no continuar en los Cavs, es difícil tomar en serio un comentario de esa índole tras un partido disputado en febrero.
Sin embargo, puede que esta vez si que tengamos que hacer caso de las palabras del jugador.
Love volvió a ser lo que era en lo que fue, de largo, su mejor partido con los Cavaliers, anotando 32 puntos (11 de 18 en tiros incluyendo un 7 de 8 en triples) y capturando 10 rebotes. El jugador de 26 años, ha sido siempre sincero sobre su lucha en Cleveland contra los críticos que ponen en duda sobre si sus minutos (y la calidad de ellos) son los que requiere el equipo.
En enero, Love ya advirtió que no tiene ninguna intención de marcharse a otro equipo este verano (lo que podríamos llamar "hacer un Dwight Howard"). Hasta la fecha, todo lo que ha dicho sobre quedarse en los Cavaliers ha sido coherente. Y eso es probablemente lo que sucedió el domingo.