
Brutal. Cuando los Golden State Warriors se ponen a jugar en serio parece no tener rival. Contundente victoria ante unos tristes Houston Rockets en el primer partido de la eliminatoria disputado en el Oracle Arena (85-126).
Tras dos partidos en los que no brilló demasiado en Houston, Stephen Curry volvió a ponerse el disfraz de líder de los suyos y fue el máximo anotador de los Warriors con 35 puntos y 13 de 23 en tiros de campo. Kevin Durant le acompañó con 25 unidades y 6 asistencias. El resto del quinteto inicial de Golden State también superó la decena de puntos: 13 para un Klay Thompson que no termina de enchufarse del todo, 10 para Iguodala y 10+17 para Draymond Green. Desde el banco, Cook aportó 11 puntos en los 5 minutos que jugó al final con el encuentro decidido.
Final --
— Golden State Warriors (@warriors) 21 mai 2018
Steph - 35p/6r
KD - 25p/6a/6r
Draymond - 17r/10p/6a
Klay - 13p/3a/2b
Quinn - 11p/2s
Andre - 10p/3s/3a/3r
Shaun - 9p/4r
La intensidad defensiva fue la clave de la victoria de los Warriors ante unos Rockets que estuvieron mucho peor en porcentajes de tiro que su rival. Los Warriors apretaron cuando quisieron y no encontraron respuesta tejana. Deben mejorar mucho los de Mike D'Antoni, en ataque y en defensa, si quieren rascar algo positivo de estos dos partidos en tierras californianas.
James Harden, con 20 puntos y 9 asistencias, fue el mejor de los suyos. Paul y Capela se fueron hasta los 13 y Gordon aportó 11 desde el banco. Números muy pobres para hacer frente a los de Steve Kerr.