Las leyendas merecen despedirse por todo lo alto. Pau Gasol afronta el tramo final de su carrera exprimiéndose al máximo por no tener que decir adiós al baloncesto con un pie vendado y lejos de la pista. El mejor jugador en la historia del baloncesto español tenía muchas esperanzas puestas en ser de la partida este verano en la cita olímpica con el equipo español, pero el aplazamiento de los Juego Olímpicos Tokio a 2021, introduce matices de cierta incógnitas que pueden ser interpretados de muy diversas maneras. La recuperación física del español de la lesión que lleva más de un año martirizándole no estaba siendo muy fluida y existían ciertas dudas acerca de su disponibilidad para competir este verano, así que hay que ver el vaso medio lleno.
En esa línea se ha expresado el seleccionador Sergio Scariolo en unas declaraciones recientes donde mostraba su optimismo acerca de la presencia del de Sant Boi en Tokio en el verano de 2021. "Me da la sensación de que el aplazamiento le da una oportunidad extra de llegar en condiciones", aseguró el italiano. "Lo que está ocurriendo en el mundo es grave y creo que estaré orgulloso cuando volvamos a la competición lo haremos en plena forma y sabiendo que lo que estamos viviendo nunca se nos olvidará", comentó un Scariolo que hizo hincapié en la oportunidad que supone para Pau poder trabajar con más calma, sin plazos apurados y enrolarse en algún equipo para adquirir ritmo competitivo.
"Le va a venir bien esto porque en caso de que hubiera llegado disponible este verano, lo hubiera hecho sin ritmo competitivo y muy justo de su lesión. Ahora tiene toda una temporada por delante para competir e ir recuperando sensaciones en la pista cuando supere definitivamente la lesión". Y es que ante este escenario se plantean varias opciones de futuro a corto plazo para Pau Gasol. Todas ellas pasan por recuperarse plenamente de aquí septiembre u octubre, con el objetivo de entrar en los planes de algún equipo de cara a la temporada 2020/21. Las opciones son probar suerte en la NBA, donde alguna franquicia podría confiar en él como pívot de rotación y mentor, o bien, regresar al FC Barcelona en busca de minutos.
No parece probable que Pau goce de mucho minutaje en la liga estadounidense, donde la velocidad en las transiciones puede mermar mucho sus opciones ya al borde de los 40 años, por lo que quizá regresar a casa fuera una opción nada desdeñable. Sin embargo, el equipo culé no parece boyante a nivel económico y tiene el puesto de pívot copado, aunque podría prescindir de Ante Tomic para hacer un hueco al español. Habrá que estar muy atentos a la evolución de su recuperación ya que lo que nadie quiere pensar es que exista la posibilidad de no volver a ver a Pau Gasol jugando al baloncesto.