Atlanta Hawks es uno de los mejores equipos del momento en la NBA. Con una racha abierta de 2 victorias consecutivas y 11 encuentros ganados de los últimos 14, el cuadro de Georgia suma triunfos tan importantes como el último ante Milwaukee Bucks, y no para de escalar posiciones dentro de la Conferencia Este en la que ya son cuartos.
Y no es casualidad ni mucho menos, es un hecho que responde al excelente trabajo de su cuerpo técnico y de un roster que desde verano ilusionaba a la mayoría de aficionados de la liga. Con algunos retoques, siendo el más importante el del banquillo, estos Atlanta Hawks funcionan muy bien y son un equipo a tener muy en cuenta en los venideros Playoffs.
Sobre todo, debemos destacar la salida de Lloyd Pierce y la llegada de Nate McMillan, que se desempeñaba como asistente del primero. Su preocupación por los sistemas defensivos, por cerrar el aro, por encajar menos puntos, acompañado del diseño de sistemas ofensivos que explotan a sus estrellas y jugadores más peligrosos, son los factores primordiales que están elevando las sensaciones y resultados de este joven equipo.
Los pequeñitos juguetones
Hay que resaltar las figuras de Trae Young y Bogdan Bogdanovic sí o sí. El americano en el puesto de 1 y el serbio en la posición de escolta están firmando un tramo brutal de temporada, compenetrándose como nunca y destrozando las defensas rivales.
Y es que, si observamos las aptitudes y habilidades ofensivas de ambos, pocos ámbitos se quedan pobres. Dos bestias anotadoras, dos jugadores que destrozan el perímetro si les das medio metro, pero que además también controlan la dirección del juego, la visión de pase, la facilidad para repartir asistencias…
Acompañados de una vertiente más física que aportan John Collins o DeAndre Hunter, la calidad y los puntos de Danilo Gallinari, el talento de Kevin Huerter, la intimidación y dominio en la pintura de Clint Capela…
Desde verano atisbábamos que este podía ser uno de los mejores equipos del año. Y Nate McMillan lo ha hecho realidad con mucho trabajo, esfuerzo y dedicación. ¿Dónde está el techo de estos Hawks? ¿Pelearán por llegar a una final de Conferencia Este después de muchas temporadas?