El camino que ha recorrido Joel Embiid hasta convertirse en una superestrella de la NBA es prácticamente insondable. Desde sus humildes comienzos en Camerún hasta su consagración como MVP de la liga, la historia de Embiid está llena de altibajos y giros sorprendentes. Todo ello lo ha vivido con Philadelphia 76ers.
Todo comenzó en 2010 cuando, a la edad de 15 años, Embiid fue descubierto por su compatriota Luc Mbah a Moute en un campamento de baloncesto en Camerún. Aunque su inicio en el baloncesto fue relativamente tardío en comparación con otros jugadores, su talento natural y su determinación le llevaron a progresar rápidamente.
En tan solo cuatro años, Joel Embiid se convirtió en la tercera selección del Draft de la NBA, siendo elegido por los Philadelphia 76ers. Su llegada a la liga prometía un futuro brillante para el equipo y para él como jugador. Sin embargo, la realidad en los Sixers fue muy distinta.
Sus primeros años en Filadelfia estuvieron plagados de lesiones, lo que lo mantuvo en la reserva durante sus dos primeras temporadas. Mientras tanto, los Sixers atravesaban un período de reconstrucción conocido como "El Proceso". Bajo la dirección del director general Sam Hinkie, el equipo traspasó a jugadores clave para acumular selecciones de draft y construir una base joven y prometedora.
Entre las elecciones de draft se encontraban Jahlil Okafor, Ben Simmons y Markelle Fultz, además de Embiid. Sin embargo, las historias de estos jugadores también estuvieron marcadas por dificultades y controversias. Okafor tuvo problemas fuera de la cancha, Simmons lidió con críticas sobre su tiro y Fultz sufrió misteriosas lesiones y una pérdida de habilidades fundamentales.
La inestabilidad también se extendió al frente ejecutivo de los Sixers. Sam Hinkie fue forzado a dimitir, seguido por el cuestionable mandato de Bryan Colangelo, quien tuvo que dejar su puesto tras un escándalo relacionado con cuentas de Twitter vinculadas a su esposa que criticaban a jugadores del equipo, incluyendo a Embiid.
A pesar de los desafíos y la falta de estabilidad, Embiid siguió comprometido con los Sixers. El equipo llegó a las semifinales de la Conferencia Este en varias ocasiones, pero nunca pudo alcanzar las finales de la NBA. Además, los esfuerzos por rodear a Embiid con jugadores clave y construir un equipo campeón parecían ser constantemente socavados por decisiones cuestionables en el front-office.
El frustrante desenlace del equipo y la incertidumbre sobre el futuro llevaron a Embiid a expresar públicamente su deseo de ganar un campeonato, independientemente del lugar donde eso sucediera. Esta declaración desató especulaciones sobre una posible petición de intercambio.
Aunque los Sixers han demostrado un gran interés en hacer que Embiid tenga éxito, las circunstancias turbulentas y las decisiones desacertadas han dejado al jugador con pocas opciones. Con la partida de James Harden y las dificultades para atraer talento de renombre, Embiid se encuentra enfrentando un futuro incierto en Filadelfia.
FUTURO
El tiempo avanza y las expectativas siguen creciendo. La lealtad de Joel Embiid hacia la franquicia que lo vio crecer como jugador está siendo puesta a prueba. Los aficionados de los Sixers esperan que su superestrella encuentre el apoyo y el equipo que necesita para alcanzar la gloria de un campeonato. Mientras tanto, la NBA continúa siendo testigo de la incomprensible y enigmática trayectoria de Joel Embiid, un jugador destinado a dejar una huella indeleble en la historia del baloncesto.