Una franquicia histórica en horas bajas que no encuentra la fórmula para volver a ser competitiva. Así es como se puede definir a Sacramento Kings. Se esperaba que su mala racha tocara a su fin este curso, pero todo ha salido peor de lo esperable y las maniobras de la gerencia han terminado por mermar aún más las opciones del equipo.
Plantilla larga, proyectos de estrella, jugadores de rango All Star y mucha ilusión. Todo se aunaba en unos Sacramento Kings que en 2023 rompieron la dinámica de no jugar playoffs desde el 2007. Fue una sequía muy dolorosa para un conjunto que tomó decisiones arriesgadas durante años en el mercado de fichajes y que en este curso ha terminado por darse varios tiros en su propio pie. Y es que desprenderse de De´Aaron Fox fue percibido por muchos como el inicio del fin de un proyecto en el que Domantas Sabonis no es suficiente y donde la llegada de DeMar DeRozan no ha aportado lo que se esperaba.
Han sido incapaces de hallar un esquema de juego propicio para todos y la llegada de Zach Lavine hace unos meses fue una solución de urgencia y desesperada, que ha terminado saliendo mal. Prueba de ello es que cuando las tres estrellas coinciden en cancha, el Net Rating de Sacramento Kings es el 24º de toda la NBA, condenando al equipo a disputar un play-in en el que tienen muy pocas perspectivas de éxito. De hecho, no sería raro que se vieron apeados por los Suns y los Mavs de este privilegio, algo que supondría la prueba definitiva de que requieren una completa reconstrucción.
When Domantas Sabonis, Zach LaVine and DeMar DeRozan share the court, the Kings are a subpar team:
— Evan Sidery (@esidery) March 26, 2025
115.5 OffRtg (15th)
121.0 DefRtg (28th)
-5.6 NetRtg (24th)
An average offense coupled with a horrendous defense certainly isn’t a long-term winning formula for Sacramento. pic.twitter.com/HLgMHOTJwX