Malik Beasley limpia su nombre y vuelve al mercado como el gran agente libre disponible

El verano de Malik Beasley parecía encaminado a ser el más importante de su carrera… hasta que una investigación federal por un presunto caso de apuestas lo sacudió todo. Lo que debía ser un periodo de celebraciones para el subcampeón del premio Sexto Hombre del Año se convirtió en una batalla legal. La noticia de que estaba bajo investigación estalló apenas días antes del inicio de la agencia libre, hundiendo de inmediato su valor en el mercado.

Ahora, con el caso cerrado y su inocencia confirmada, Beasley recupera el control de su destino. Los equipos han comenzado a llamar de nuevo, y entre ellos destacan dos aspirantes serios del Este: los Cleveland Cavaliers y los New York Knicks. Para Beasley, la agencia libre empieza de verdad en este momento.

Un giro inesperado en la agencia libre

Antes de que estallara la polémica, todo apuntaba a que Beasley firmaría su continuidad con los Detroit Pistons en un contrato multianual y millonario. La franquicia tenía la intención de asegurarse a su mejor anotador de banquillo desde el primer día del mercado. Pero la incertidumbre lo cambió todo: Detroit se echó atrás y, a día de hoy, apenas puede ofrecerle un acuerdo por un año y 7,2 millones de dólares. La pregunta es si Beasley querrá volver a un equipo que, a sus ojos, quizás lo abandonó en un momento delicado.

Ese vacío abrió la puerta a otros pretendientes. Según Michael Scotto, Cavs y Knicks ya han preguntado por él. En el caso de Nueva York, además, existe un vínculo personal: Gersson Rosas, actual ejecutivo de la franquicia, fue quien en su etapa en Minnesota le ofreció a Beasley un contrato de 4 años y 60 millones. Su capacidad de convencerlo ahora, en circunstancias muy distintas, podría ser clave.

Opciones limitadas, pero atractivas

Tanto Knicks como Cavaliers se encuentran por encima del primer apron, lo que reduce sus opciones salariales al contrato mínimo de veterano. Es una cifra que Beasley podría conseguir en otros lugares, pero no todos los equipos tienen un hueco en la plantilla ni minutos disponibles para él. En ese sentido, Knicks y Cavs ofrecen algo más: la posibilidad real de competir y tener un rol claro.

Nueva York, por ejemplo, operó durante la pasada temporada con una de las rotaciones más cortas de la liga. Pese a las incorporaciones de Jordan Clarkson y Guerschon Yabusele, aún sienten la necesidad de sumar un alero con tiro exterior y versatilidad. Además, el proyecto neoyorquino se proyecta como uno de los favoritos a ganar el Este, un escenario atractivo para un jugador con hambre de competir.

Cleveland, en cambio, presume de profundidad. Su plan ha sido repartir minutos a 10 u 11 jugadores, una estrategia que les dio regularidad en la fase regular, terminaron como primeros de la conferencia, aunque pagaron el precio con lesiones en playoffs. Aun así, su condición de candidato se mantiene, y sumar a Beasley como pieza secundaria sería un lujo que podría marcar la diferencia en partidos cerrados.

Un perfil que todos quieren

Los números de Beasley hablan por sí solos. La pasada campaña promedió 16,3 puntos por partido con un 43% en tiros de campo y un notable 41,6% desde el triple, lanzando más de nueve intentos por encuentro. Pocos jugadores en la NBA ofrecen semejante volumen y eficacia al mismo tiempo. No es casualidad que terminara segundo en la votación al Sexto Hombre del Año. En un baloncesto cada vez más definido por el tiro exterior, un especialista de su calibre siempre tendrá mercado.

Con todo aclarado en los tribunales, el futuro de Malik Beasley se abre de nuevo. Puede optar por Detroit, que fue su hogar reciente, o sumarse a dos proyectos que sueñan con dominar el Este como Knicks y Cavs. Lo cierto es que, tras limpiar su nombre, ha recuperado lo más valioso para un jugador de su categoría: opciones.