Se cumplen 24 años de uno de los mejores vuelos de Michael Jordan

Un 5 de junio de 1991, el Chicago Stadium fue testigo de uno de los mejores movimientos realizados por Michael Jordan a lo largo de su carrera.

Jacobo León | 05 Jun 2015 | 19:35
facebook twitter whatsapp Comentarios
BlogdeBasket, baloncesto en estado puro
BlogdeBasket, baloncesto en estado puro

Hay muchos momentos de la carrera de Michael Jordan que las futuras generaciones han intentado recrear una y otra vez durante sus partidos callejeros o en la cancha del colegio. Uno de esos instantes, de los más emblemáticos de la triunfal carrera del mejor jugador de todos los tiempos, tuvo lugar hace exactamente 24 años.

Con el Chicago Stadium como escenario de lujo y después de haber caído en el primer partido de las Finales de la NBA ante Los Ángeles Lakers de Magic Johnson, los Bulls dieron un golpe sobre la mesa y barrieron (86-107) a los angelinos para poner la igualada en la serie, en el que sería la primera victoria de cuatro consecutivas para alzarse con el campeonato. Jordan fue el máximo referente de su equipo tras concluir el encuentro con 33 puntos, con un 15 de 18 en tiros de campo, 7 rebotes y 13 asistencias, dejando, además, una instantánea para la historia que el mismo se fabricó.

Tras un pase de Cliff Livingston, Michael Jordan atacó el aro con su misma hambre de siempre. Cuando se disponía a machacar, y con la defensa ya resignada a la canasta, el escolta se inventó un rival imaginario para, sorpresivamente, cambiar el balón de mano y concluir el ataque con una soberbia bandeja.

Un movimiento espectacular que levantó al público asistente al show y que terminó por minar la moral de unos Lakers que se veían 36 abajo en ese preciso momento. El propio Magic Johnson no dudó en elogiar la enésima delicatessen de Michael Jordan. "Esta noche el partido fue suyo. Se hizo cargo de todo en la segunda mitad. No importa que hayamos perdido por más de 20, la serie está 1-1".

Un 1-1 que, finalmente, se transformó en 4-1 y en el primer anillo para un Jordan que promedió, a lo largo de la serie, 31.2 puntos, 6.6 rebotes y 11.4 asistencias por partido.