Cuando Los Ángeles Lakers seleccionaron en la segunda posición del pasado Draft a D'Angelo Russell, el General Manager de la franquicia, Mitch Kupchack, declaró que la elección no se debía únicamente a motivos deportivos.
Una de las grandes filosofías de la franquicia, creada alrededor de sus grandes éxitos a lo largo de la historia de la NBA, sugiere que los Lakers son un equipo especial que no solo se centra en el talento de los jugadores, sino también en la conducta, personalidad y ética de trabajo de los mismos, principalmente con sus estrellas. Al elegir a Russell, la directiva angelina vio algo más en él, ese plus intangible que, en su momento, supieron distinguir en Kobe Bryant.
Precisamente, el rookie ha encajado perfectamente con la cultura de Los Ángeles Lakers y no ha escondido su objetivo de convertirse en el gran referente y líder del equipo. A pesar de haber declarado no hace mucho que Tracy McGrady es, en su opinión, el mejor jugador de todos los tiempos, el base ha reconocido su gran admiración por Kobe Bryant y, más concretamente, por su inconmensurable rutina de trabajo.
"Siempre trabajo duro. No estoy aquí por ser el jugador con más talento, por ser el más rápido, alto o más fuerte, sino por mi mente y mi rutina de trabajo. Es algo por lo que admiro mucho a Kobe Bryant. Cuando veo alguna entrevista a Kobe o escucho hablar sobre él, es evidente que está, mentalmente, a otro nivel. Es una fuente de inspiración para mi."
D'Angelo Russell ha comenzado con buen pie su estancia en Los Ángeles. Su rendimiento en los entrenamientos ha sorprendido gratamente al cuerpo técnico de los Lakers pero tendrá que demostrar mucho más para ser comparado con la ética casi enfermiza promulgada por Kobe Bryant durante los últimos 20 años.