
Se suponía que Los Angeles Clippers tenían uno de los mejores proyectos de cara a esta temporada para ganar el anillo, y tras un mes de competición en el que han ganado 6 de los 13 partidos disputados hasta ahora las sensaciones no son lo que muchos esperaban, incluyendo a aficionados, jugadores y entrenadores. El equipo no carbura y con la derrota sufrida anoche ante los Toronto Raptors, la tensión acumulada de tres partidos perdidos seguidos se materializó en una bronca en el vestuario tras el encuentro que protagonizaron Josh Smith y un entrenador asistente del que no se ha revelado la identidad.
Al parecer y según el periodista Dam Wokie, Smith llegó al vestuario muy enfadado con la mala actuación del equipo angelino ante Toronto (91-80) y no pudo evitar perder la calma. El equipo anotó solo el 39 % de sus lanzamientos y llegó a ir perdiendo de 29 al descanso, lo que dificultó la remontada. Smith solo jugó 14 minutos, en los que hizo 2 puntos, 8 rebotes y 2 tapones, y tal vez el poco protagonismo del jugador en la rotación de Doc Rivers tenga mucho que ver con su enfado.
Smith llegó este verano a los Clippers aceptando un contrato de 1,5 millones de dólares, cuando podía haber aspirado a mucho más dinero. En el equipo angelino alguien con autoridad -que bien puede ser el propio Rivers- debió aconsejarle que si quería ganar el anillo, los Clippers eran un destino más que atractivo, y si accedía a bajarse el sueldo podría ser la guinda de un proyecto del que todos esperábamos mucho más. Ahora el ala pívot de 29 años tendría motivos para sentirse decepcionado, ya que ni él está jugando todo lo que esperaba (14,8 minutos por partido) ni los Clippers están ganando, lo que de seguir así acabarían con sus esperanzas de firmar un gran contrato el próximo verano.
Doc Rivers fue preguntado por el incidente y como era de esperar, quiso restar importancia al mismo afirmando que ese tipo de situaciones "son normales cuando el equipo pierde varios partidos seguidos".
Los Clippers han firmado su peor comienzo de temporada desde la llegada de Chris Paul en 2011.