
Los Angeles Lakers está pasando por uno de sus peores momentos de la temporada, sino el peor. El detonante de todo fue la lesión de LeBron James durante el partido de Navidad contra Golden State Warriors. Desde entonces, la franquicia angelina ha ido para abajo y se han acumulado los jugadores de baja. El último de ellos, Lonzo Ball.
Y es que Ball se hizo un esguince de tobillo durante el encuentro de esta pasada madrugada contra Houston Rockets, que acabó en victoria en la prórroga para los de Mike D’Antoni con un James Harden de escándalo.
-- Lakers fall behind in overtime and can't make up the difference, dropping this one to the Rockets, 134-138. pic.twitter.com/29rQEABxLO
— Los Angeles Lakers (@Lakers) 20 de enero de 2019
Las primeras pruebas descartan gravedad en la lesión de Lonzo, ya que no se han apreciado daños estructurales en el tobillo. Aún así, la baja del jugador es segura para el importante partido que les espera a los Lakers el lunes, al recibir a los Golden State Warriors en el Staples Center.
La ausencia de Lonzo Ball toma aún mayor importancia debido a que Rajon Rondo, el otro base del equipo, está también lesionado. En resumen, Los Angeles Lakers tendrán que intentar superar a unos Warriors con todos sus efectivos (Cousins ya debutó), y sin LeBron James ni sus dos principales bases.
Una derrota de los de púrpura y dorado les aleja de los puestos de playoffs. Ya están fuera de ellos (9º con 25 victorias y 22 derrotas). Los que marcan la entrada a ellos son sus vecinos los Clippers, con 24 victorias y 21 derrotas. Además de la clara falta de calidad que hay sin LeBron, también es justo admitir que están teniendo muy mala suerte últimamente.