
Algo está cambiando en el baloncesto estadounidense. Si hace unas fechas alertábamos de cómo la NBA estaba intentando promocionar la G-League como la opción ideal para preparar el salto a la NBA, reclutando estrellas a golpe de talonario, la noticia de que Kai Sotto se ha dejado seducir por esta idea confirma la mayor. Este jugador filipino que desde los 16 años lleva acaparando la atención de ojeadores de todo el planeta, ha tomado una decisión trascendental en su carrera. Siendo un adolescente rechazó ofertas de equipos europeos como el Real Madrid o el FC Barcelona y todos daban por hecho que su camino estaba en la NCAA. Sin embargo, no ha sido así.
La pérdida de prestigio de la competición universitaria por los muchos casos de corrupción y el acaparamiento de poder y dinero por parte de las universidades, que se lucran con jugadores mediáticos a los que no pueden pagar ni un dólar, hace que exista ya una fuga de talento hacia una G-League incentivada con acierto por parte de Adam Silver. Sotto es un jugador del futuro, un diamante en bruto que puede marcar un antes y un después en la historia del baloncesto, haciendo que uno de los países que viven con más pasión el baloncesto en el mundo, se vea representado en la élite. Son muchas las expectativas en torno a este pívot de 2,18m de altura, movilidad impresionante, envergadura de brazos infinita y un físico aún por desarrollar.
Ha asombrado en varios Trainings Camps realizados en Estados Unidos y compartirá equipo con otras grandes promesas como Jalen Green o Isaiah Todd, así como por jugadores experimentados y los técnicos más prestigiosos del país, que pulirán a los jugadores más prometedores del planeta. Se avecinan grandes emociones la próxima temporada con ese selecto equipo de G-League no seguirá el calendario tradicional, sino que irá alternando largas estancias de entrenamientos con partidos ante algunos conjuntos de dicha liga. Kai Sotto ha decidido su camino. ¿Habrá acertado?