
Estar involucrado en varios juicios para determinar si se cometió algún delito durante la etapa universitaria, no debe ser plato de buen gusto para nadie y menos, para un deportista de élite como Zion Williamson, que afrontará a partir de hoy un mes recluido en la burbuja de Orlando y asumiendo el rol de gran líder de los New Orleans Pelicans. La estrella rookie de la NBA sigue luchando en los tribunales contra los muchos indicios existentes de haber percibido dinero durante su etapa en la Universidad de Duke, llegando a firmar contratos publicitarios encubiertos, algo totalmente prohibido y perseguido en el deporte universitario estadounidense.
Después de haber tomado al desestimarse en un tribunal de apelaciones de Florida una denuncia por la firma de un contrato con Ford, los problemas vuelven a agudizarse justo ahora, a punto de comenzar la preparación para la fase final de la temporada en la NBA. Y es que tal y como informó ESPN, se ha demostrado que su padrastro solicitó y cobró una comisión de 400.000$ de un agente de marketing en octubre de 2018, justo antes de que Zion comenzara a representar los colores de Duke. El agente en cuestión es Slavko Duric, un persona muy oscuro que intentó engañar a Luka Doncic hace un tiempo y al que los abogados de Zion intentan desacreditar, señalando que falsificó las firmas de él y su entorno.
Sin embargo, hay otro empresario de Los Angeles involucrado, Donald Kreiss, que habría actuado por medio Duric como intermediario para ganarse la gestión de los derechos publicitarios de Zion cuando ya apuntaba a estrella. La declaración de éste es la que más debe preocupar a Williamson ya que reconoce haber hecho pagos al jugador, llegando a un acuerdo de romper todo tipo de documentación que pudiera demostrarlo. Los abogados del jugador insisten en que todo es un montaje de estas dos personas y que su cliente no percibió ni un dólar mientras era jugador universitario. El asunto es bastante turbio y podría afectar sobremanera a la concentración del jugador, teniendo en cuenta que estará aislado y podría reflexionar sobre cómo su carrera se vería afectada si pierde este juicio. Zion Williamson está en apuros y debe encontrar en el baloncesto un aliado para olvidarse de un problema y, sobre todo, una amenaza.