En una entrevista exclusia a Jon Krawczynski, en The Athletic, Ricky Rubio ha hablado de su salida de Phoenix Suns y de su aterrizaje en Minnesota Timberwolves. El jugador español salió de la puerta de atrás de Arizona tras entrar en el traspaso de Chris Paul. Lamentó que le engañaran, ya que una semana antes le habían asegurado a su representante que no iba a formar parte de ningún movimiento:
"No es la manera de la que quieres enterarte de las cosas, especialmente cuando mi agente había hablado con el equipo y le había dicho que los rumores no eran ciertos. Sientes que todo lo que te había dicho durante la temporada, que eras pieza clave de un nuevo proyecto, que te necesitaban como líder de los jóvenes, bla, bla, bla. Parece que todo era mentira".
Hay que dejar claro que Ricky no está molesto por el movimiento en sí, ya que comprende que los Suns quisieran incorporar a un futuro Hall of Fame como Chris Paul. Está molesto con las formas. Con su forma de proceder.
En todo caso, Rubio ya mira al futuro. Está centrado en lo que pueda hacer en unos Wolves a los que llega tres años después de su marcha, mucho más maduro como jugador tras haber jugado a gran nivel en Utah Jazz y en Phoenix Suns. Está emocionado con volver a casa:
"He empezado a darme cuenta de que tiene sentido para mí conectar con el puzzle y llegar a Minnesota y poder ayudar a un equipo joven con mucho talento. Creo que podemos hacer cosas muy positivas. Creo que puedo encajar en este puzzle.
Un equipo remozado con el número 1 del Draft
Lo cierto es que la plantilla de Minnesota a la que va llegar Ricky es diferente a la que dejó hace tres años. Karl Anthony Towns lidera un grupo al que se ha incorporado el número 1 del draft Anthony Edwards. Además, continúa D'Angelo Russell y también han renovado jugadores de la calidad de Malik Beasley, Ed Davis o Juancho Hernangómez.
Veremos lo que pueden hacer. Muy complicado entrar en los playoffs en el Oeste.