
Vivimos en una época tan surrealista que es muy complejo de explicar. No obstante, trataré de hacerlo durante las próximas líneas con la menor cantidad de palabras malsonantes posibles y adecuándome a los meros hechos que ya hablan por sí solos. Pero sí, la ilógica humana es tan infinita que se permite el lujo de, a través de la ignorancia y la valentía camuflada en cobardía, dejar pasar unas vacunas contra una pandemia mundial por la influencia de estúpidos políticos en sus opiniones e ideales.
Cuando tu vida está en juego, nada más importa. Y si las vacunas están salvando vidas, evitando muertes (aunque no todas, porque no es posible), y la seguridad de tu familia depende de ello, la obligación de recibir esa dosis es de unas dimensiones estelares. Pero si además pones en peligro a una de las mejores competiciones deportivas del mundo, a tus compañeros, a los árbitros o a los aficionados, se convierte en un acto de irresponsabilidad mayúsculo que no debería ser permitido.
Quedan pocas semanas para que una nueva temporada de la NBA arranque y con la celebración del Media Day, son muchos los jugadores que han sido cuestionados acerca de este hecho, sorprendiendo en muchos casos con sus respuestas de inseguridad, miedo y el desconocimiento más llano.
Los jugadores más destacados
Figuras públicas de tanta relevancia que representan a algunos de los mejores jugadores de la NBA como Bradley Beal, Devin Booker o Kyrie Irving ya han confirmado que no han recibido ninguna dosis de la vacuna contra la Covid-19 y que, además, no tienen ninguna intención de hacerlo.
Terraplanistas, antivacunas que creen que la lejía insertada en vena a través de una vía directa elimina el virus. Los que ponen en peligro a toda la población, aunque, sobre todo, lo hacen con ellos mismos y toda su familia. Y que, por desgracia, también están en la NBA como algunas de las caras más visibles de la liga. Una verdadera pena.