La ridícula gestión del Real Madrid con una leyenda histórica como Pablo Laso

El club blanco toma el pelo a todos los aficionados con unos actos indignos e impropios de una entidad de esta envergadura, maltratando a una leyenda como Laso.

Diego Jiménez Rubio | 05 Jul 2022 | 14:03
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Real Madrid, ridícula gestión Pablo Laso. Foto: gettyimages
Real Madrid, ridícula gestión Pablo Laso. Foto: gettyimages

Nadie está por encima del Real Madrid como entidad, ni jugadores, ni entrenador ni, desde luego, dirigentes, pero con una gestión partidista, autoritaria y caciquista como la implantada por Juan Carlos Sánchez en los últimos días, el club puede perder no solo a una leyenda como Pablo Laso, sino el respeto del mundo del baloncesto y el apoyo masivo de la afición. El descontento existente en torno a la manera de gestionar la salida de un entrenador que ha revitalizado a una sección que se encontraba en la UCI, es enorme. Tanto como los homenajes que merecería un hombre intachable en todas las facetas de su trabajo durante años, no solo en lo deportivo.

Una cosa es tomar una decisión cuestionable, pero lo que ha hecho el Madrid es mentir de forma inmisericorde; mentir con alevosía escudándose en un asunto médico para quedar en evidencia luego y echar por tierra todo el idilio que el trabajo de un hombre había hecho. Empezaron por querer echarle en 2014, algo que no hicieron porque no tenían un claro sustituto, siguieron por no hacer caso a sus peticiones de fichajes y desaconsejando sus peticiones expresas de que algunos jugadores no llegaran al club, como Laprovittola y Heurtel. Quizá esperaban que el rendimiento deportivo bajara para hacer lo que tanto tiempo llevan deseando: adquirir protagonismo y montar su propio chiringuito en una sección que nunca ha sido tan global, democrática y armónica como bajo la tutela de Laso en el banquillo.

El Real Madrid ha mentido y jugado con la salud de Pablo Laso, esgrimiéndolo como motivo para un despido que ya tenía decidido

La vileza y crueldad que se requiere para argumentar que su marcha responde a un asunto médico, aún a sabiendas de que hay varios informes completos que dan luz verde al técnico para que pueda entrenar, y decir luego que su marcha se ha producido de mutuo acuerdo, es simplemente infinita. Un club de la grandeza del Real Madrid no puede permitir actos tan arbitrarios, chabacanos e ignorantes ya que no solo se ha equivocado y está mintiendo, sino que además lo hace pensando que sus aficionados son tontos. Es hora de que la afición del equipo merengue se movilice, de que proteste por estos actos y anteponga, por primera vez, a una persona por delante no de un club o un escudo, sino de unos dirigentes sectarios y faltos de visión. Pablo Laso merece algo mucho mejor que esto.