El inicio de temporada 2022/23 de la NBA de Luka Doncic está siendo más que brillante. Prácticamente no tiene sentido alguno que el esloveno vaya a exhibición por partido. El jugador de Dallas Mavericks está en tal momento de forma que, sin que su equipo haya conseguido destacar hasta el momento, los de Texas se encuentran en la sexta posición del Oeste con un récord de siete victorias y cinco derrotas (7-5).
Esta situación se explica únicamente gracias al estelar momento de Doncic. Luka gana partidos solo. Pero es que está jugando a un nivel tan alto que, ahora mismo, probablemente no haya ningún jugador en el mundo que se encuentre a su altura.
El último encuentro de los Mavs es una prueba más de ello. Dallas ha conseguido vencer esta madrugada a Portland Trail Blazers (que venía arrastrando un buen récord de 9-3, ahora 9-4) por un resultado de 112-117. El partido que ha hecho Luka Doncic es, sencillamente, espectacular. Sus números han sido los siguientes:
- 42 puntos, 13 rebotes, 10 asistencias (triple-doble), dos robos, un tapón, 13-22 en tiros de campo (59.1% TC) y 15-18 en tiros libres (83.3% TL).
Este ha sido el cuarto triple-doble de la carrera de Doncic con más de 40 puntos registrados. Además de ello, promedia un total de 33.6 puntos (1º en la NBA), 8.3 rebotes y 7.9 asistencias por partido, con un PER de 31.89 (2º en la NBA).
Una gerencia que nunca ha estado a la altura
Da la sensación de que los años de Luka Doncic en Dallas Mavericks han sido desperdiciados por una gestión de la franquicia prácticamente suspensa. Ni Mark Cuban ni Nico Harrison han conseguido formar ni una sola temporada desde la llegada del esloveno a un equipo capacitado para competir por el anillo. Han dependido siempre del estado de forma de Doncic a la hora de la verdad.