
Mercado pequeño, con poca historia, limitaciones financieras y jóvenes prometedores. Así es como se puede definir la situación que vive Charlotte Hornets desde hace unos años. Su selección en el Draft de LaMelo Ball y Brandon Miller los sitúa en una posición de privilegio para soñar con un futuro esplendoroso, pero son tan ambiciosos que están decididos a asumir riesgos en el mercado.
A tenor de los rumores NBA, la gerencia de Charlotte Hornets tiene una prioridad clara: fichar a Zion Williamson. Consideran que pueden optar al reclutamiento de un jugador cuyo caché en la competición se ha resentido mucho y que podría resurgir bajo el timón de LaMelo Ball. Saben que tienen que hacer movimientos para dotar de un entorno competitivo al base si no quieren que termine hartándose y buscando otro destino. Pero no se van a detener ahí.
La idea es armar un Big 3 y, aunque Brandon Miller transmite buenas sensaciones, no termina de convencer. Así pues, estarían dispuestos a buscar un traspaso en que incluirle, a cambio de obtener algún jugador de rango alto que complemente a sus dos estrellas. Todo podría cambiar si obtuvieran el pick 1 del NBA Draft 2025, ya que con Cooper Flagg tendrían un tesoro entre manos y podrían optar mucho antes de lo previsto a un campeonato.