La temporada 2025/26 de la NBA ha comenzado por todo lo alto para Golden State Warriors. La franquicia de la Bahía ha ganado sus dos primeros partidos, el segundo de ellos está última madrugada. Contra Denver Nuggets, Stephen Curry realizó una actuación memorable para llevarse el partido en la prórroga. Pero, pese a ser el gran protagonista, el base de GSW quiso quedarse con el nivel de uno de sus rivales: Aaron Gordon.
Cuando los Warriors necesitaban respuestas, Stephen Curry volvió a ofrecerlas. En una noche que midió la verdadera dimensión del equipo ante los Nuggets, el base de 37 años demostró que sigue siendo la referencia absoluta de la franquicia de la Bahía. Con 42 puntos y una segunda mitad deslumbrante, Curry lideró una victoria por 137-131 en la prórroga, reafirmando que, mientras él siga en la cancha, Golden State nunca está realmente fuera de la conversación.
El duelo tuvo aroma a partido grande desde el salto inicial. Los Nuggets, sólidos y con su habitual estructura ofensiva, parecían encaminados a otra victoria sobre un rival al que han dominado en las últimas temporadas. Aaron Gordon se encargó de recordarlo: el alero firmó una actuación fuera de serie, 50 puntos con 10 triples en 11 intentos, para desbordar la defensa californiana y poner a su equipo 14 arriba al descanso.
Pero lo que vino después fue una lección de resiliencia y liderazgo. Curry, que solo llevaba siete puntos en la primera mitad, cambió por completo el rumbo del encuentro con una segunda parte de 35 puntos en apenas 29 minutos. Su precisión, su lectura de los espacios y, sobre todo, su calma, fueron la diferencia entre un colapso y un triunfo revitalizador.
“Obviamente, Steph estuvo increíble”, resumió Draymond Green tras el partido, visiblemente impresionado por la manera en que su compañero tomó el control en los minutos decisivos.
Curry respondió con la serenidad que lo caracteriza, consciente de que su rendimiento fue la clave para evitar que el esfuerzo de Gordon terminara en derrota: “Jugó de maravilla”, reconoció sobre el alero de Denver. “Estoy seguro de que cuando estás en ese estado no sabes cómo explicarlo; probablemente lo esperas solo por el trabajo que hiciste durante el verano”.

Ilusión en los Warriors
Para Curry, más que un enfrentamiento personal, el partido fue un test colectivo: “Ellos son un equipo con potencial de campeonato, con continuidad año tras año”, dijo. “Pero nosotros necesitábamos mostrar que seguimos aquí, que no hemos desaparecido. Cada partido como este es una oportunidad para construir confianza y recordar de qué estamos hechos”.
La remontada de los Warriors no solo fue estadísticamente espectacular, sino simbólica. Fue también la primera vez desde 2021 que Golden State logra derrotar en dos partidos consecutivos de temporada regular a Denver, un detalle que no pasa desapercibido dentro del vestuario.