Que James Harden podría esforzarse más en defensa no es ninguna revelación. El escolta de los Houston Rockets nos ha demostrado en estos últimos años que su extraordinaria capacidad para atacar dista años luz de sus aptitudes defensivas, por lo que el propio jugador ha llegado a la conclusión de que si quiere ser percibido como el líder de su equipo tiene que ponerse las pilas 'y agachar el culo'.
La estrella de los Rockets ha sorprendido a sus compañeros durante el mini campus de entrenamiento que han celebrado estos días por su cambio de actitud a la hora de incorporarse a las labores defensivas.
"Tengo que ser mejor y voy a ser mejor. El año pasado fue un borrón, pero a todos nos pasa alguna vez" le dijo a la prensa.
Tras una temporada en la que promedió 29 puntos, 6,1 rebotes, 7,5 asistencias y 1,7 robos lo que le falta a la barba más famosa de la NBA es traducir sus números de superestrella en victorias para que su equipo consiga sus objetivos.