
San Antonio Spurs inició una nueva etapa en la NBA tras traspasar a Kawhi Leonard en el verano de 2018 por DeMar DeRozan. El equipo se deshacía de uno de los mejores del mundo por decisión personal del jugador y a cambio recibían a una figura que, pese a ser All Star, no llegaba al nivel de Kawhi.
La idea de iniciar una reconstrucción rondaba la cabeza de los dirigentes de San Antonio. El ‘tanking’ era una opción muy tentadora, renovar el equipo desde cero. Pero eso finalmente no entró en los planes de Gregg Popovich, que posee una de las mentalidades más ganadoras que un entrenador puede tener.
El primer año de DeRozan no ha sido malo, ni mucho menos. Ha conseguido promediar 21.2 puntos, 6.0 rebotes y 6.2 asistencias. Sin embargo, sí que está lejos de su nivel. Con 30 años, aún da la sensación de que es capaz de ofrecer la mejor versión de sí mismo (en la temporada 16/17 hizo números de MVP con 27.3 puntos, 3.9 rebotes y 5.2 asistencias).
Por todo esto, desde los Spurs están considerando seriamente el renovar a DeMar por el máximo salarial antes de que de comienzo la temporada regular. Sería una forma de asegurar su continuidad para más de dos años (que es lo que resta de su contrato actual).
DeMar DeRozan's history -- pic.twitter.com/XKRhsGF49Q
— Toronto Raptors -------- (@TorontoRapsBR) 9 de agosto de 2019
Con varios jugadores jóvenes que muestran grandes dotes para la liga, como Dejounte Murray, Loonie Walker IV o Derrick White, tener de referencia a un veterano de la liga siempre es mejor para desarrollar el talento de las promesas.
Es cierto que San Antonio está muy lejos de ser lo que en su tiempo fue: un candidato año tras año a ganar la NBA. Pero los playoffs siguen ahí, y la franquicia de Texas no quiere desprenderse de esa lucha ni por asomo.