Damian Lillard comparte sus sensaciones antes de volver a Portland: "Creo que será emotivo porque me importa"

En un rápido paso, Damian Lillard abandonó el vestuario de los Milwaukee Bucks en Denver la noche del lunes, una bolsa colgada en un hombro y tirando de una maleta de ruedas. Un vuelo importante lo aguardaba.

El nuevo entrenador de los Bucks, Doc Rivers, detuvo a Lillard en el pasillo de la Ball Arena para charlar brevemente después de una derrota por 113-107 contra los campeones defensores. Lillard saludó a amigos en la arena antes de dirigirse a un autobús que lo llevaría a un vuelo privado a Portland, donde los Bucks se enfrentarán a los Trail Blazers, su equipo durante 11 temporadas, el miércoles por la noche.

Para Lillard, el partido es secundario. Buscaba llegar antes que el resto del equipo para pasar más tiempo con su familia y amigos, especialmente con sus tres hijos. Ajustarse a la vida en Milwaukee ha presentado desafíos tanto dentro como fuera de la cancha. El verano tumultuoso que culminó con el intercambio de Lillard a los Bucks lo ha dejado ajustándose a un nuevo rol con un nuevo equipo en una nueva ciudad lejos de su hogar.

Regresar al Moda Center el miércoles será un viaje emocional, uno que estaba ansioso por emprender principalmente para ver caras familiares y amigables. "Mi emoción no se trata solo de jugar contra los Blazers", dijo. "Se trata más de tener a mis hijos allí y a mi familia allí y simplemente poder ir a casa. Y estoy emocionado de jugar frente a los fanáticos y ver a todos". Lillard espera una recepción positiva de Rip City y está listo para revivir recuerdos en la que fue su casa durante 11 temporadas.

Lillard, de 33 años, había planeado jugar toda su carrera en Portland. Eso llegó a su fin el verano pasado después de solicitar un cambio. Aunque Lillard buscó desesperadamente permanecer en Portland por el resto de su carrera, finalmente se dio cuenta de que si quería jugar para un equipo ganador, tenía que irse. La decisión y el resultado que lo llevaron a Milwaukee le dolió. Portland es donde reside su familia. Es donde está su corazón. Por esas razones, espera una mezcla de emociones cuando pise la cancha del Moda Center el miércoles.

“Creo que siempre será como cualquier cosa emocional solo porque me encantó vivir y jugar en Portland”, dijo Lillard después del entrenamiento del equipo el lunes. "Nunca tuve planes de no jugar para los Blazers. Entonces, creo que porque eso es un sentimiento genuino, no creo que alguna vez se vaya. Pero creo que a veces tienes que tomar decisiones difíciles por lo que quieres en última instancia".

Esa decisión fue competir por un campeonato, algo que determinó que no sucedería en Portland. "Los Blazers simplemente no estaban en un momento en el que ganar un campeonato fuera posible o lo que se podía hacer en ese momento", dijo. "Mientras sea mi mejor versión, quiero poder jugar por eso".

Sentado en el avión, Lillard habló sobre lo difícil que fue tomar la decisión de dejar Portland. Pero al final, esa decisión fue realmente obvia.

Mientras los Blazers derrotaban a los Philadelphia 76ers el lunes por la noche, excluyendo a sus dos mejores jugadores, para llegar a 14-33, quinta peor marca en la NBA, los Bucks tenían un récord de 32-15, empatados en el cuarto mejor récord de la NBA.

Una recepción similar a la de McCollum

La ciudad de Rip City ama a sus Blazers y los trata bien cuando regresan. Ver a CJ McCollum el 30 de marzo de 2022 es un buen ejemplo. Aunque forzó su salida, McCollum recibió una ovación de pie de 90 segundos durante su presentación en su regreso a Portland. Lillard dijo que espera una recepción similar.

"No veo por qué no sería nada más que positivo", afirmó. A pesar de forzar su salida, Lillard dijo que espera una recepción similar.

"Creo que será emocional porque me importa", dijo Lillard. "Me encantó jugar en Portland. Me encantó vivir allí y todavía vivo allí. No soy de llorar mucho. No creo que esté llorando y todo eso. Pero me importa. Todo lo que alguna vez dije sobre mi tiempo en Portland, lo pensé. Así que, sí, lo será".

Lillard puede que no llore, pero Mika Tyler, una súper fan de los Blazers que lo conoce desde hace años y que también asistía frecuentemente a sus conciertos de rap, dijo que ella sí lo hará.

"Yo lloraré seguro", dijo. "Estoy muy emocionada de ver su regreso. Será extraño verlo con otro uniforme en la cancha donde hizo recuerdos duraderos para mí y muchos otros. Dame siempre será el Mejor Blazer de todos los tiempos en mis ojos. Dentro y fuera de la cancha".