New Orleans Pelicans consiguió a principios de verano hacer un movimiento crucial para dar el salto definitivo para pelear por el anillo de la NBA. La franquicia de Luisiana fichó vía traspaso a Dejounte Murray, juntándole en una plantilla con Zion Williamson, Brandon Ingram, CJ McCollum, Trey Murphy III y Herbert Jones, entre otros. Esto obliga al equipo a luchar por todo, pero para ello necesita corregir 3 aspectos esenciales.
1. Depender excesivamente de sus estrellas en los tiros
Los Pelicans tienen una tendencia preocupante a depender demasiado de sus estrellas, especialmente en situaciones críticas. Williamson y Ingram son jugadores excepcionales, pero su juego tiene limitaciones que el equipo debe reconocer y mitigar.
Una opción es considerar un cambio estratégico en la alineación. Intercambiar a Ingram por un pívot titular que pueda estirar la cancha sería una medida drástica pero potencialmente beneficiosa. Esto no solo compensaría la falta de tiro exterior de Williamson, sino que también eliminaría la tendencia de Ingram a buscar tiros de media distancia en exceso.
2. Colocar a los jugadores en posiciones comprometedoras
Uno de los errores tácticos más evidentes de los Pelicans es poner a sus jugadores, especialmente a los novatos, en situaciones donde es más probable que fallen. Esto no solo afecta su confianza, sino que también compromete el rendimiento del equipo en momentos críticos.
Para abordar este problema, el entrenador Willie Green debe enfocarse en simplificar el juego para los jóvenes talentos y asegurarse de que reciban el apoyo adecuado en la cancha. Los All-Stars del equipo deben asumir la responsabilidad de liderar y facilitar el juego para los demás.
3. Confiar en la improvisación en los finales de partido
Uno de los mayores problemas de los Pelicans ha sido su tendencia a confiar en la improvisación durante los momentos finales de los partidos. Esta estrategia de "esperar y rezar" ha demostrado ser ineficaz y ha llevado a numerosas derrotas ajustadas.
La incorporación de Dejounte Murray se hizo precisamente para cerrar los partidos de manera más efectiva. Utilizar a Murray junto a Ingram y Williamson en acciones de pick-and-roll, mientras McCollum y Murphy III esperan en las alas, podría ser una estrategia ganadora. La ofensiva debe ser más estructurada y menos dependiente de jugadas aisladas.