Giannis Antetokounmpo pierde gran parte de su poderío cuando acude a jugar con la selección de Grecia, tal y como se ha podido comprobar en estos Juegos Olímpicos París 2024. El jugador heleno fue incapaz de mostrar el nivel de juego que se presupone en una estrella como él y los griegos quedaron apeados en cuartos de final por Alemania.
Desastre absoluto, fracaso y sensación de impotencia. Solo así se puede definir el paso de Giannis Antetokounmpo por la selección griega en una nueva experiencia fallida en el baloncesto FIBA. Desde el momento en que surgió la figura del de los Bucks, los aficionados helenos soñaron con un gran dominio en competiciones internacionales, pero nada más lejos de la realidad. Cada vez que Anteto fue convocado con su selección, mostró una versión lejana de lo que le corresponde.
Muchos se preguntan a qué se debe algo así y hay que recurrir a la normativa distinta que existe entre NBA y FIBA para poder explicar, en parte, este extraño suceso. La capacidad de colapsar la zona que se tiene en el baloncesto internacional, al no disponerse de la infracción de los 3 segundos defensivos que se tiene en la NBA, hace que el impacto de Giannis Antetokounmpo sea mucho menor y quede claro cómo la rémora de su lanzamiento exterior es un tremendo freno a su juego. Además, se mostró falto de energía y sin el liderazgo necesario para adaptarse. Nuevo varapalo para un jugador que está perdiendo estatus en el baloncesto mundial.