Alen Smailagic, el pívot serbio, dejó el Partizan después de tres temporadas para unirse al Zalgiris Kaunas. Aunque su partida se atribuyó inicialmente a razones deportivas, Smailagic reveló que sus motivos para abandonar el club estaban relacionados con problemas no deportivos en Serbia.
El jugador tras llegar a Lituania, en unas declaraciones al portal Basketnews declaró: "En Serbia estaban pasando muchas cosas de las que no me gusta hablar ahora. No me gustaría estar rodeado de ese tipo de energía... El Partizan como club es genial, Zelko Obradovic es como un padre estricto". Si bien, "no quería ser parte de algunas de las cosas que estaban sucediendo en el país. Todo vino del exterior", admitía el pívot serbio, que había tenido ciertos altibajos que a ojos de muchos no se entendían.
En 2019, tras su primera temporada con los Santa Cruz Warriors en la G League, Alen regresó a Serbia. En ese momento, él y sus padres firmaron un contrato con una empresa llamada Beko Basketball Kotež, que supuestamente beneficiaría al club de formación de Smailagic, KK Beko. Sin embargo, esta empresa no tenía relación con KK Beko y el contrato se rescindió inmediatamente. A pesar de esto, los representantes de esta empresa demandaron a Smailagic en 2021 por un supuesto impago de aproximadamente 280,000 euros.
Smailagic fue presionado y amenazado para pagar más de 475,000 euros como parte de este contrato fraudulento. Su equipo presentó una demanda por fraude financiero y representación fraudulenta contra los individuos involucrados, argumentando que el contrato era ilegítimo y que habían sido engañados para firmarlo.
Estas presiones y amenazas afectaron negativamente el rendimiento de Smailagic en el Partizan. A pesar de ser un jugador clave en el equipo, su situación personal lo llevó a buscar un nuevo comienzo en el Zalgiris Kaunas.