La racha de siete victorias consecutivas de Los Angeles Lakers llegó a su fin el lunes con una derrota por 125-108 ante los Phoenix Suns, en un partido marcado por los nueve balones perdidos de Luka Doncic. El propio jugador asumió la responsabilidad tras el encuentro.
“Eso fue culpa mía. No puedo perder nueve balones en un partido”, afirmó. Doncic comenzó la noche a gran nivel, con 20 puntos en el primer cuarto, la tercera vez en los últimos cuatro partidos que supera esa barrera en el periodo inicial. El duelo estaba igualado 31-31 antes de que el encuentro se inclinara del lado de Phoenix.
En el segundo cuarto, la situación cambió por completo. Doncic perdió cuatro balones, mientras que Austin Reaves cometió cuatro de sus cinco pérdidas en ese tramo. Los Suns aprovecharon para firmar un parcial de 35-21 y romper el partido. “Creo que fue una defensa diferente a la que suelen plantear otros equipos”, explicó Doncic. “Trataron de dejarme anotar en vez de crear para los demás. Fue algo confuso, pero como he dicho, no puedo permitirlo”.
Los nueve balones perdidos por el esloveno igualaron su tope de carrera. Según datos de ESPN Research, las nueve pérdidas se convirtieron en robos directos de los Suns, la mayor cantidad de pérdidas de balón en vivo de cualquier jugador en un partido esta temporada.
El entrenador de los Lakers, JJ Redick, señaló al pívot Mark Williams como pieza clave para que Phoenix incomodara tanto a Doncic.
“En cuanto al planteamiento, no hicieron blitz ni nada parecido”, dijo Redick. “Mark Williams hizo un gran trabajo imponiendo su tamaño. Tiene la segunda mayor envergadura vertical de la NBA. Ya fuera en poste, en acciones sin balón o en el pick-and-roll, se mantuvo en el centro de la pintura todo el tiempo.
“Y sus exteriores fueron físicos al llevarnos hacia esa zona. Una vez estás ahí, tan apretado, no vas a poder sacar el balón, y eso generó muchas pérdidas”. Doncic terminó con 38 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias. Reaves sumó 16 puntos. LeBron James cerró la noche con 10 puntos, 3 asistencias y 3 pérdidas. Un triple suyo a falta de 6:51 para el final del último cuarto extendió su récord de la NBA a 1.297 partidos consecutivos anotando al menos diez puntos.
“Pérdidas y puntos en transición”, resumió James al explicar la derrota. “En casa y contra una defensa tan disruptiva, no puedes perder tantos balones. Y prácticamente todos fueron canastas fáciles para ellos. No solo nos forzaron pérdidas, sino que anotaron a partir de ellas”.
Phoenix, liderado por Dillon Brooks con 33 puntos y Collin Gillespie con 28, castigó especialmente en carrera: superó a los Lakers por 28-2 en puntos al contraataque.
La situación de los Lakers
A pesar del tropiezo, los Lakers mantienen un balance de 15-5 al llegar al primer cuarto de la temporada. Sin embargo, el calendario inmediato se complica: los próximos cuatro rivales tienen récord positivo, incluyendo una gira por el Este con tres partidos en cuatro noches frente a Toronto, Boston y Philadelphia.
“Hay que mirar todo, absolutamente todo”, comentó Redick al ser preguntado sobre qué debe mejorar el equipo para recuperar el rumbo. “Rotaciones, esquemas, todo”.