Chris Andersen puede estar contento de que la NBA no recoja en su normativa prohibición alguna sobre los tatuajes, porque sino su carrera deportiva en Estados Unidos habría llegado a su fin hace mucho tiempo.
Con todo su cuerpo lleno de tatuajes, el pívot de Miami Heat ha encontrado aún un sitio más para un nuevo diseño. En la parte posterior de su cabeza y cuello, el jugador se ha tatuado dos calaveras con una frase que cita "Dame guerra."
Con una mirada amenazante y llena de intimidación, Andersen tendrá, a partir de ahora, muy cubierta también su espalda.