Los Warriors se cobraron su venganza personal por la derrota sufrida en el partido anterior ante Portland a lo grande.
Los vigentes campeones de la NBA dieron su enésimo golpe sobre la mesa de la competición al anotar 81 puntos al descanso, lo que supone la puntuación más alta en la primera mitad de un partido de toda la temporada 2015-16, haciendo completamente inútiles los 61 puntos anotados por los Blazers en el mismo periodo.
El anterior récord databa del pasado 8 de diciembre, cuando los propios Warriors alcanzaron los 79 puntos ante Indiana tras los dos primeros cuartos, en un encuentro que concluyó con un favorable 131-123 para los de Steve Kerr.
Stephen Curry y Klay Thompson fueron los principales artífices de la sangría defensiva de los de Oregon, quienes sufrieron en sus carnes los 71 puntos y 15 triples conjuntos de los Splash Brothers.
Damian Lillard, quien aterrizaba en el partido en un extraordinario estado de forma al promediar 34.8 puntos en sus últimos nueve encuentros, incluidos 51 ante Golden State, estuvo muy vigilado en todo momento y tan solo pudo anotar 17 puntos después de errar 14 de los 19 lanzamientos que intentó.
Finalmente, los Warriors vencieron por un resultado final de 128-112 y ya son 47 triunfos consecutivos en el Oracle Arena.