Aunque la temporada de Ricky Rubio terminase antes de tiempo por una lesión, los Utah Jazz pusieron anoche punto y final a una gran temporada siendo eliminados por Houston Rockets, el mejor equipo de la liga esta campaña.
La franquicia sufría el verano pasado un duro, pero tampoco inesperado, varapalo tras conocer que Gordon Hayward aterrizaba en Boston para jugar a las órdenes de Brad Stevens. En ese momento, ningún seguidor de los Jazz hubiera imaginado que su equipo volvería tan rápido a la post temporada ni diera el nivel que alcanzó en la misma.
La primera y más importante de las claves de la temporada de Utah llega con las exitosas operaciones de su General Manager, Dennis Lindsey, quien además de renovar el contrato de Joe Ingles, consiguió el traspaso de Ricky Rubio y Donovan Mitchell. El australiano ha firmado sus mejores números desde que llegase a la mejor liga del mundo: 11’5 puntos por partido en la temporada regular y 14’8 en Playoffs. Por su parte, el base español elevó su productividad gracias a la mejora en el porcentaje de tiros de campo, 41’8%, el más alto desde que cruzó el charco y llevó sus estadísticas a números nunca antes vistos en la primera edición de Playoffs que disputa: 14 puntos, 7’3 rebotes y 7 asistencias en seis partidos, además de lograr el primer triple doble para su cuenta y para la franquicia desde John Stockton. Ricky Rubio es también el octavo jugador de toda la liga en robos por partido, una baja sensible y determinante en la eliminatoria que acaba de terminar contra los Rockets.
Mención aparte merece el rookie Donovan Mitchell, a quien han llegado a comparar con Dwayne Wade, llegaba a Salt Lake City procedente de los Nuggets a cambio de Trey Liles y Trey Lindon. Mitchell, que no comenzó la temporada siendo titular, es un claro candidato a ser Rookie del año, tras promediar 24’4 puntos, 6’1 rebotes y 3’7 asistencias en estos Playoff, mejorando sus cifras de la temporada regular.
--| @spidadmitchell had himself a stat line --
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— Utah Jazz (@utahjazz) April 9, 2018
El pilar esencial en muchos aspectos del juego para Jazz, Rudy Gobert, se perdió 26 partidos en su quinta temporada en la NBA, obligando a Quin Snyder a probar diferentes combinaciones en pista para obtener rédito. Desde la vuelta del francés en enero, los Jazz dieron un giro en la temporada tras perder en Atlanta, consiguiendo once victorias de manera consecutiva. “Nos decía que nos dedicásemos a jugar, que saliéramos sin mirar los rankings y compitiéramos” contaba el francés sobre cómo Snyder provocó una racha de 28-5 para que la franquicia se metiera de lleno en la lucha por ser uno de los ocho mejores equipos de la conferencia. Gobert ha finalizado la temporada promediando un doble-doble, 13’3 puntos y 10’9 rebotes, siendo además un candidato a recibir el premio al jugador defensivo del año.
Es uno de los mejores entrenadores que he visto desde que estoy en la liga”, decía el MVP de las Finales 2017, Kevin Durant sobre Quin Snyder. El técnico consiguió sacar lo mejor de cada jugador y, después de haber sido asistente en Sixers, Lakers, CSKA Moscú y Atlanta Hawks, ha demostrado ser uno de los candidatos a mejor entrenador esta temporada junto a Mike D’Antoni, Brad Stevens o Dwane Casey.
Con solo seis jugadores de la pasada temporada, los Jazz han conseguido llegar a una instancia impensable hace poco más de un año y, como decía Ricky Rubio en su Twitter tras ser eliminados en Semifinales de Conferencia: “Esto solo acaba de empezar”
It’s not over, this is just the beginning. Just wait and see. pic.twitter.com/0LudydSytX
— Ricky Rubio (@rickyrubio9) May 9, 2018