Oscuro panorama el que se cierne sobre los Philadelfia 76ers. Justo cuando parecía que el equipo empezaba a carburar, que todas las piezas se engrasaban y se aceptaba con entereza el aparente fracaso del fichaje de Al Horford, los de la ciudad del amor fraterno han visto cómo todo lo que estaban construyendo de cara a la última fase de temporada, se ha destruido como si fuera un castillo de naipes. La lesión de Ben Simmons introdujo la necesidad de modificar el esquema de juego y acogerse a la grandeza de Joel Embiid hasta que el australiano se recuperara. Pero las molestias en el hombro izquierdo que han provocado que el camerunés abandone la cancha ante los Cleveland Cavaliers después de tan solo 8 minutos de juego, han provocado el pánimo en la franquicia.
Y es que los 76ers se presentaban a los dos últimos meses de competición con terreno por recorrer. Conscientes de la importancia que tiene acabar entre los cuatro mejores de la Conferencia Este, el correcto devenir de Miami Heat y su acierto en los despachos con fichajes realmente jugososo, obligan a los de Philadelfia a encadenar triunfos consecutivos en ese pulso particular, del que tampoco se puede descartar a Indiana Pacers, sexto en la tabla, pero con armas más que suficientes como para pelear con los dos anteriores. Ante la lesión de grandes figuras, lo que se espera es un paso adelante de los demás, pero esta plantilla depende totalmente de estos dos puntales.
"No tengo informaciones médicas de lo que ha pasado con Joel ni sé si podrá jugar el siguiente partido. Solo espero que esto sirva de acicate al resto de la plantilla para elevar su nivel. Hoy no pudieron hacerl, pero confío plenamente en ellos", dijo el técnico Brett Brown al término del compromiso con los Cavs, donde Tobias Harris y Al Horford no tuvieron la capacidad de erigirse en líderes y produjeron mucho menos de lo esperado. Shake Milton, Alec Burks y Furkan Korkmaz son algunos de los que deben sobreponerse y ofrecer soluciones, pero ninguno está acostumbrado a asumir un rol tan exigente como el que se les pide si la lesión de Embiid le impide jugar algunos partidos. No hay margen para que los Philadelfia 76ers puedan relajarse si quieren gozar de ventaja de campo en la primera ronda de playoffs.