
Jordan Clarkson nos tiene acostumbrados a partidos prolíficos en cuanto a anotación y acciones ofensivas para el recuerdo, pero lo que consiguió ante Sacramento Kings la pasada madrugada no hace más que reafirmar su grandeza como uno de los mejores jugadores de banquillo de los últimos tiempos. Sus estadísticas NBA hablan por sí solas y demuestran la capacidad innata para impactar en el juego de su equipo sin ser titular. Consiguió la máxima anotación de su carrera, con 45 puntos.