La NBA ha decidido dar un nuevo paso en el proceso de expansión, aunque sin comprometerse con un calendario específico. Así lo anunció el comisionado Adam Silver al término de la reunión de la Junta de Gobernadores de la liga, donde se encargó a la oficina de la NBA realizar un estudio más profundo sobre todos los aspectos relacionados con una posible expansión. Seattle y Las Vegas siguen siendo las principales candidatas, pero todavía no hay fechas definidas ni valores establecidos para nuevas franquicias.
Silver explicó que este análisis apenas comienza, por lo que resulta prematuro hablar de precios, plazos o del inicio de actividades de potenciales nuevos equipos. Según sus palabras, la liga está en el "día uno" de esta evaluación, que incluirá tanto cuestiones económicas como no económicas. Entre los factores no económicos se encuentra la posible dilución del talento disponible y su impacto en la competitividad general de la liga.
En cuanto a los aspectos económicos, Silver reconoció su complejidad. Uno de los retos principales es la valoración de las franquicias actuales y futuras, especialmente cuando equipos como los Celtics y los Lakers han sido tasados recientemente en 6.100 y 10.000 millones de dólares, respectivamente. La inclusión de nuevas franquicias implicaría vender participación accionaria, lo que diluiría el valor económico de la liga actual.
Otro punto clave es la distribución local de los partidos, ya que muchas franquicias aún enfrentan dificultades para ofrecer buenas soluciones de transmisión a sus aficionados. Silver indicó que los propietarios mostraron curiosidad y disposición para estudiar el tema, pero aún no se ha llegado a un consenso que permita avanzar con certeza hacia la expansión. La viabilidad de la expansión dependerá de si se percibe como un elemento que aporte valor a la liga, ya sea en términos económicos o competitivos.