
Hace apenas mes y medio, anunciaba su retirada uno de los mejores bases de los últimos 20 años de competición. Steve Nash decía adiós a una exitosa carrera de 19 años en la NBA que no se vio empañada por un calvario con las lesiones que solo le permitió disputar 65 partidos en sus dos temporadas en Los Ángeles.
Steve Nash: "Tiene una gran cantidad de ingredientes para ser un tremendo jugador en la NBA. El cielo es su límite. Tiene un gran tamaño, es fuerte y atlético. Puede anotar y, a la vez, encontrar a sus compañeros. Se está convirtiendo en un gran 'playmaker'."
Ya jubilado, el ex-jugador canadiense se ha despedido definitivamente de las canchas de la competición de la liga aunque ha querido seguir ligado a la NBA y, más concretamente, a la ciudad de Los Ángeles. Mientras ha cumplido con diversos compromisos con la organización, como es el caso de su reciente participación en el primer campus de la NBA en Cuba junto a Dikembe Mutombo, Nash ha comenzado su labor como tutor en la franquicia angelina después de escuchar las peticiones de Byron Scott y Mitch Kupchak.
Su primer alumno ha sido Jordan Clarkson, joven talento de la franquicia angelina y una de las pocas cosas positivas que se pueden sacar de la paupérrima temporada de Los Ángeles Lakers. El base, único jugador en la historia oro y púrpura en lograr un premio al Rookie del Mes, ha entrenado en sesiones privadas desde el mes de enero bajo la supervisión de un Nash que ha quedado bastante sorprendido con las habilidades y el futuro del rookie.
En su primer año en la NBA, Clarkson promedió 11.9 puntos, 3.2 rebotes y 3.5 asistencias, en unos números que ascendieron hasta los 15.8 puntos, 4.2 rebotes y 5.0 asistencias en los 38 partidos que comenzó en el quinteto inicial.
Además, Nash también trabajó junto a la otra gran promesa del equipo, Julius Randle, para centrarse en el entrenamiento y mejora del lanzamiento a canasta del joven ala-pívot.