26 años sin Fernando Martín, el primer jugador español en la NBA

El 3 de diciembre de 1989, un accidente de tráfico se llevó la vida de Fernando Martín, primer jugador español en disputar un partido en la NBA.

Jacobo León | 03 Dic 2015 | 13:29
facebook twitter whatsapp Comentarios
BlogdeBasket, baloncesto en estado puro
BlogdeBasket, baloncesto en estado puro

El 3 de diciembre de 1989 se escribió una de las páginas más tristes en la historia del baloncesto español. Con apenas 27 años, uno de los grandes iconos del baloncesto español y principal estandarte del Real Madrid de la década de los 80 falleció en un accidente de tráfico cuando se dirigía al Palacio de los Deportes para presenciar un encuentro entre el equipo donde forjó su leyenda y el CAI Zaragoza.

Por ironías de la vida, Fernando no estaba incluido en la convocatoria para aquel partido por unos problemas en la espalda, pero su obcecado empeño en estar junto a sus compañeros le hizo coger su coche rumbo al feudo madridista, donde hallaría, lamentablemente, la muerte.

Apenas tres años antes del suceso y aunque apenas disfrutó de oportunidades en la NBA en su única temporada en Portland, el internacional español marcó el inicio de lo que se convertiría, dos décadas después, en un éxodo constante de jugadores nacionales que, no solo han seguido sus pasos, sino que, además, han conseguido triunfar en la mejor liga de baloncesto del mundo, como es el caso de los hermanos Gasol, José Manuel Calderón, Ricky Rubio, Juan Carlos Navarro, Jorge Garbajosa o Rudy Fernández.

Como jugador del Real Madrid, Fernando Martín reunió un envidiable palmarés que incluyó cuatro ligas ACB, tres Copas del Rey, una Supecopa de España, un Mundial de Clubes, dos Recopas de Europa y una Copa de Korac, además de ganarse el completo cariño de la afición por su intensidad y amor al baloncesto.

En el ámbito de selecciones, el pívot defendió los colores de la bandera española en hasta 86 ocasiones, conquistando dos medallas de plata, una en el Europeo celebrado en Francia en 1983, y la otra apenas un año después en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles de 1984, donde sucumbió en la final ante el potente combinado estadounidense liderado por Michael Jordan y Patrick Ewing.

Hoy, 26 años después, su legado continúa vivo como en el primer momento y su recuerdo permanecerá incorruptible ante el paso de los años.