Los New York Knicks y su quinteto histórico

¿Qué jugadores formarían parte del cinco histórico de cada franquicia de la NBA?  Aquí tienes el quinteto de los New York Knicks.

Adrián Levy | 15 Jul 2016 | 20:00
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BlogdeBasket, baloncesto en estado puro
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En la Gran Manzana llevan décadas asistiendo al mágico espectáculo del baloncesto. Los aficionados del Madison Square Garden han visto pasar por su pista a leyendas de todos los colores y en todas las posiciones. El reconocimiento a todas y cada una de ellas es perpetuo, pero sólo son unos pocos los elegidos para un quinteto de lujo. Esos jugadores que marcaron una época y que hicieron vibrar a todo el estadio. Con todos los respetos para Dave DeBusschere, Bill Bradley, John Starks o Carmelo Anthony, aquí tenemos el quinteto histórico de los New York Nicks:

Walt Frazier es indispensable en un quinteto histórico de los Knicks. 'Clyde' fue pieza clave de los campeonatos de 1970 y 1973. De hecho, está considerado uno de los mejores bases de la historia. Era un tipo polivalente: un intenso defensor y un excelente anotador. Fuera de la cancha se convirtió en todo un icono, marcando tendencias.

Su estilo fue inspiración para muchos otros que vinieron después. All Star en hasta siete ocasiones, anotó 19,3 puntos, capturó 6,3 rebotes y repartió 6,1 asistencias por partido en 10 temporadas en los Knicks. Marcó, junto a otros mitos de los setenta, la mejor época en la historia de la franquicia neoyorquina.

Nacido en Filadefia, 'The Pearl' Monroe comenzó su andadura NBA en los Baltimore Bullets, aunque fue en los New York Knicks donde alcanzó el mayor éxito profesional, ganando el anillo de 1973. 'Jesús' o 'Black Jesus', como algunos le llamaban, jugaba en la posición de escolta, pese a que también podía hacer las veces de base.

Formó junto a Frazier uno de los backcourts más prolíficos de la historia. Promedió 16,2 puntos y 3,5 asistencias por encuentro en nueve años en los Knicks, participando en cuatro ediciones del All Star.

Solo una lesión podría frenar la carrera de un jugador imparable. Bernard King era un genial alero neoyorquino que ya había pasado por varias franquicias antes de recalar en los Knicks en 1983. Fue allí donde mostró su mejor versión, siendo incluso el máximo anotador de la temporada en 1985. En esa misma campaña se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha.

Dos años de recuperación y vuelta a las canchas aunque ya en la treintena y con menos explosividad que antaño. King se redescubrió en los Bullets y en los Nets puso punto final a una carrera excepcional. Un jugador descomunal que participó en cuatro All Star y firmó 26,5 puntos y 5,2 rebotes por partido en sus cuatro años en los Knicks.

Willis Reed Jr. era otro mítico componente de los Knicks campeones de los setenta. Elegido por la franquicia neoyorquina en 1964, fue nombrado 'Rookie del año'. Desde entonces, el ascenso de este ala-pivot sería meteórico. En 1970 se proclamó campeón de la NBA con los Knicks, siendo el primer jugador en lograr el MVP de la liga regular, de las Finales y del All Star en un mismo año.

De hecho, jugó completamente cojo el séptimo partido de la final frente a los Lakers. Pocos años después se retiraría, a la temprana edad de 31 años, habiendo ganado el segundo anillo. Para entonces, Reed ya había disputado siete All Star y promediado 18,7 puntos y 12,9 rebotes por partido.

Patrick Aloisius Ewing es más familiar para todos nosotros. Un center brutal, seleccionado en la primera posición del Draft de 1985 por los Knicks. Ewing cumplió las expectativas de aquel Draft . En una década marcada por Johnson, Jordan y otros míticos jugadores, Pat llevó a la franquicia neoyorquina a las finales de 1994 y 1999.

‘Hoya Destroya’ fue seleccionado once veces para jugar el All Star y formó parte de la selección estaounidense que consiguió el oro olímpico en los Los Angeles 1984 y Barcelona 1992. Se marcó 22,8 puntos y 10,4 rebotes por partido en sus 15 temporadas en los Knicks.



Bonus Player

Charles Oakley era el complemento perfecto de Ewing bajo el aro. Si el center neoyorquino ponía los puntos, Oakley aportaba trabajo y rebote en el poste bajo. Tras jugar tres años en los Bulls, en 1988 llegó a los Knicks y allí pasó una década genial, poniendo en serios apuros a los Bulls de Jordan y a los Rockets de Olajuwon.

Son legendarias sus peleas con algunos contemporáneos de la época como Charles Barkley. Después pasó por varios equipos hasta su retiro en 2004. En los Knicks, Oakley promedió 10,4 puntos y 10 rebotes por partido en sus 10 temporadas en la franquicia, siendo una vez seleccionado para el All Star.