
Joel Embiid ha hecho bastante en su carrera en la NBA hasta este punto. Si se tiene en cuenta que no empezó a jugar hasta los 15 años, es poco menos que milagroso. Junto a sus logros y galardones, también ha tenido más que su parte de mala suerte. No jugó sus dos primeras temporadas tras el Draft de la NBA por culpa de una lesión. Además, se ha perdido 204 partidos -casi tres temporadas enteras- por no estar sano.
Sin embargo, se ha marcado unas declaraciones con el Team USA antes de los Juegos Olímpicos en las que afirma que sin lesiones podría estar en la conversación por ser el GOAT (el mejor jugador de todos los tiempos), algo que suena cuanto menos atrevido para un jugador que aún no ha metido a sus Philadelphia 76ers ni siquiera en unas Finales de Conferencia.
Hoy en día, los aficionados y los expertos hablan del GOAT, es decir, de qué jugador o jugadores podrían considerarse los mejores de todos los tiempos. LeBron James contra Michael Jordan, Djokovic contra Nadal, Maradona contra Messi. A Embiid le preguntaron en una entrevista con el New York Times si estaría en esas conversaciones de no ser por su miríada de lesiones. «Creo que sí. Creo que tengo ese talento», dijo el jugador. «Obviamente necesitas ganar campeonatos, y para ganar campeonatos necesitas a otros chicos. No puedes hacerlo solo. Tengo muchas ganas de ganar. Pero si no lo haces, tienes que entender que mientras te preocupes por las cosas correctas, si no sucede, tal vez no estaba destinado a suceder.»
Mala suerte con las lesiones
Embiid reflexionó sobre las circunstancias que le han impedido alcanzar su máximo potencial: «Si lo piensas, lo que me ha detenido todos estos años han sido las lesiones. Todos los playoffs, la temporada regular, gente cayéndose sobre mi rodilla o rompiéndome la cara - dos veces. Siempre son lesiones raras en el momento equivocado».