
El camino de recuperación de Jayson Tatum después de su grave lesión ha estado marcado por la incertidumbre, el miedo y la presión de volver al nivel que lo convirtió en una de las estrellas de la NBA. El jugador de los Boston Celtics abrió su corazón en una entrevista en la que relató lo que sintió en los días más difíciles, revelando que llegó a pensar que su carrera podría haber terminado.
“Entendí lo duro que trabajé para llegar a este punto. Estaba tratando de ganar mi segundo campeonato y me sentía bien, no había nada que me doliera ni que me advirtiera de algo. Por eso me destrozó lo que pasó. Y luego vino lo más difícil: no saber qué sigue. Obviamente sabía que me esperaba un largo camino de recuperación, pero me preguntaba: ‘¿Voy a ser el mismo o me van a traspasar?’”, confesó Tatum, dejando claro el impacto emocional que le provocó el golpe.
El alero recordó que, apenas semanas después de la lesión, llegó a plantearse la posibilidad de no volver a jugar. “No voy a sentarme aquí y decir que siempre creí, porque no fue así. Hubo días en los que pensé que esto se había acabado. Recuerdo que en las primeras dos o tres semanas le dije a mi mamá: ‘Tal vez esto sea todo’. Porque sabía todo lo que tendría que hacer para volver a jugar”, relató.
Tatum también explicó lo difícil que fue escuchar los comentarios que intentaban animarlo. “La gente decía: ‘Vas a volver mejor que nunca’. Pero yo ya era Primer Equipo All-NBA año tras año. Eso me costó muchísimo trabajo, y ahora tenía que empezar de nuevo desde cero. Lo que entendí es que no puedo mirar demasiado hacia adelante porque me desanimo. Lo único que trato es de sentirme más confiado hoy que ayer, y así avanzar paso a paso”.

El propio jugador de Boston Celtics recordó con crudeza el instante en que sufrió la lesión: “Sabía dónde estaba en la cancha, que no había nadie detrás de mí. Pero escuché cómo sonó, escuché el ‘pop’. Perdí el equilibrio de inmediato, agarré mi pantorrilla y supe lo que había pasado. Mi cuerpo entró en shock y lo único que pensaba era: ‘No puede ser, no puede estar pasándome esto’”.
Durante la rehabilitación, Tatum también atravesó momentos de frustración. “A veces sientes que chocas contra un muro, porque vas seis días a la semana al gimnasio y de lunes a jueves te sientes igual, como si no hubieras avanzado nada. Y piensas: esto es volver a cero”.